Yo no he tenido esa suerte pues nunca he viajado a esas islas, pero os diré que si las que he preparado yo están la mitad de buenas que las originales, éstas tienen que ser un bocado divino.
Ella lo hace con Thermomix, pero como yo no tengo, lo amasé en la Chef o matic, que para estos meneteres me funciona muy bien.
Ingredientes
- 100 gr de manteca de cerdo
- 200 gr de patata hervida (primero hervirla y luego pesarla una vez pelada)
- 200 gr de azúcar
- 3 huevos
- 50 gr de leche
- 30 gr de levadura de pan (yo puse dos sobres de levadura seca)
- 500 gr de harina de fuerza (me admitió hasta 550 gr)
- media tacita de café de aceite
Preparación (en chefo o matic programa 51 dos veces)
1. Mezclamos la manteca con la patata caliente y machacamos hasta obtener un puré
2. Añadimos el azúcar y los huevos batidos.
3. Añadir la leche
4. Añadir la harina
5. Añadir la levadura
6. Cuando esté a punto de acabar el amasado, vamos poniendo el aceite poco a poco para que quede una fina capa de aceite por toda la masa y que no la absorba.
Dejar fermentar durante unas 2 horas más o menos o hasta que veamos que ha doblado su volumen.
Yo la verdad es que lo dejé casi 4 horas pues no tenía ninguna prisa. Ya sabéis que el secreto para obtener buenos resultados, es dejar que la masa fermente a sus anchas y no meterla prisa
7. Cuando haya fermentado, le damos la forma que nos guste. Nos tenemos que untar las manos de aceite y el lugar donde vayamos a poner la masa también. El tamaño que hice fue más o menos el de una albóndiga grandota.
Queda una masa blanda y pegajosa, pero si nos ponemos aceite en las manos, se maneja bien y queda dominada.
8. Dejamos encima de la bandeja del horno hasta que vuelvan a doblar el volumen. Yo puse el horno a 40ºC, apagué y las metí para que levaran (siempre lo hago con las masas, pues en mi cocina hace frío)
9. Se hornean unos 8-10 minutos a 170 º, con calor arriba y abajo. Cuidado! Vigiladlas de cerca pues es una masa que se quema con facilidad.
Como anotación os diré que las puse sobre cápsulas de magdalenas, pues al ponerlas en la bandeja del horno, me dio la impresión de que se me iba a desparramar por los lados al fermentar y que se iban a juntar unas con otras.
Al sacarlas del horno, están muy blanditas por fuera...casi se quedan las huellas de los dedos. Se espolvorean con azúcar glass y se dejan enfriar...si puedes!
Por la noche, después de cenar no me pude resistir y cayó una. Estaaaaaba................................sin palabras me quedé.
Me recordaron a las ensaimadas de las pastelerías.
Esta mañana, para desayunar, me he comido tres (upssss) y no estaban como recién hechas, pero todavía conservaban la esponjosidad.